En primer lugar, hay que tener claro qué es el público objetivo. Es el segmento de la población al que vas a dirigir tus productos o servicios.
Es muy importante definirlo para poder comunicarte de forma correcta según el perfil que tenga.
¿Cómo definir el perfil de tu público objetivo?
Para ello tienes que basarte en las características del producto o servicio que ofrezcas.
Hay tres preguntas claves que tienes que hacerte para empezar, ¿quién?, ¿cómo? y ¿dónde?
De forma más específica éstas preguntas deben responder a:
• Sexo: masculino, femenino o ambos.
• Edad: franja de edad a la que te dirigirás
• Dónde vive: especificar varias zonas geográficas, ya sea dividiendo por CC.AA, por ciudades, pueblos, etc…
También puedes incluir variables como los hábitos de compra que tenga, los estudios que posea e incluso las aficiones e intereses, y cualquier otra variable que pueda ayudarte a definir el perfil de tu cliente.
No tienes que centrarte en tener un único perfil, ya que probablemente vayas a tener más de un tipo de cliente.
¿Qué redes sociales utilizar?
Tener definido el perfil de tu público objetivo te ayudará a elegir en qué redes sociales estar.
Dependiendo de la edad:
• Menor de 30 años: Instagram, Snapchat, Twitter, Whatsapp, Youtube, Spotify.
• Entre 31 y 55 años: Spotify, Google +, Twitter e Instagram.
• Más de 55 años: Google + y Twitter.
Dependiendo del sector al que te dirijas:
Si se trata de sectores como la restauración, moda o cualquier otro que la imagen es un punto importante, ha de usarse Instagram, Pinterest, Trendy, etc.
Si se trata de una empresa B2B, Linkedin y Google + son las mejores opciones.
En cuanto a Facebook, podría utilizarse en todos los casos ya que es la red social que lidera a todas.
Yo siempre aconsejo probar en distintas redes sociales y quedarte con los perfiles de las que funcionen mejor. No sirve de nada estar en todas las redes sociales y luego no actualizar, ni estar pendientes de ellas.
